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miércoles, 21 de marzo de 2012

Cuidados Basicos Para La Piel

Para tener un buen maquillaje, una mejor presentación en tu piel lo es todo, no puedes andar por la vida maquillándote todo el tiempo si no tienes los cuidados necesarios para tu cara, el aspecto se verá cansado, opaco, entre otros aspectos negativos, por eso aquí les traigo unos tips para cuidar su rostro y que se vea radiante y saludable..








Cada persona tiene un tipo de
piel diferente y cada una de ellas precisa un tratamiento diferente para poder cuidarlas.
Existen cinco tipos de piel: normal, grasa, seca, mixta y sensible. Cada una de ellas puede sufrir en mayor
o menor medida alguno de los problemas más habituales en la piel. Estos son los tipos de piel:

Pieles Normales
Este es el tipo de piel que todas desearíamos tener, ya que sin duda es la piel perfecta. Se trata de una piel
tersa, suave, con brillo natural y además se mantiene perfectamente hidratada. Esto no quiere decir que no
precise de nuestra atención, ya que necesita unos cuidados básicos: limpieza, tonificación, crema de día y
crema nutritiva por la noche.

Pieles Secas
La piel seca se detecta por la falta de brillo, poros finos y tiende a descamarse, a veces acompañándose de
un exceso de sensibilidad lo que puede llegar a producir el enrojecimiento de la misma.
En este tipo de piel es más probable que aparezcan arrugas prematuras puesto que no produce grasa suficiente.
La piel mal hidratada tiende a irritarse con facilidad, puesto que es más vulnerable.
Para equilibrar la piel seca podemos utilizar cremas hidratantes, que actúan como una barrera protectora contra
las agresiones de los agentes externos, le devolverán su elasticidad y evitaran la sensación de picor y tirantez
tan desagradable que se produce en las pieles mal hidratadas. También sirven para nutrirla y activar las defensas
naturales de la piel.
Hemos de tener en cuenta un factor muy importante, nuestra hidratación interna. Beber mucho agua nos ayudara
a mantener una piel en buenas condiciones.
También resulta muy recomendable realizar periódicamente una exfoliación, ya que la acumulación de células
muertas en la superficie de la piel, impide una buena oxigenación e influye negativamente en la hidratación de nuestra piel.

Pieles grasas
La piel grasa se caracteriza por tener un tono brillante y normalmente va acompañada de poros dilatados. En este tipo
de piel suelen aparecer espinillas y comedones si la producción de grasa es excesiva y los cuidados son escasos o
inadecuados. Muchas mujeres piensan que las pieles grasas no precisan de cuidados pero esta piel puede carecer de
agua aunque produzca un exceso de lípidos. Por lo tanto necesitan un tratamiento que les proteja pero que a la vez les
hidrate la piel, como los tratamientos sebo-reguladores.
A diario es muy importante realizar una correcta limpieza de la piel para eliminar restos de maquillaje, contaminación y
exceso de células muertas que pueden producirnos el tan odiado acné.
Las impurezas que aparecen son muchas veces una respuesta reflejo de un desequilibrio interno como pueden ser
problemas dermatológicos, hormonales o alteraciones en el metabolismo.
Una buena alimentación también es muy importante, porque influye de forma considerable en nuestra piel. Para ayudar
a combatir el molesto acné se recomienda una alimentación rica en verduras, cereales integrales, frutas y legumbres,
evitando los fritos y las grasas saturadas. Por otro lado hemos de cuidar mucho la higiene para poder evitar en la medida
de lo posible el contacto con gérmenes.
Las pieles con acné mejoran con el efecto beneficioso del sol, pero no debemos engañarnos y hemos de tener en cuenta
proteger nuestra piel grasa del sol.






Pieles mixtas
La piel mixta combina distintos tipos de piel según la zona de la cara. Generalmente suele tener la zona T (frente, nariz y
barbilla) grasa, y el resto puede ser seca.
En el mercado existen productos específicos para este tipo de piel, no obstante es aconsejable tratar las distintas zonas
por separado. Si las tratas por separado vas a obtener mejores resultados aunque ello te lleve invertir más tiempo en ello.
Muchas veces los productos específicos para pieles mixtas pueden resultar incompatibles con las zonas de tu cara más
secas, que pueden sufrir hipersensibilidad cutánea.

Pieles sensibles
Muchas personas tienen la piel sensible y en muchos casos no la tratan adecuadamente. Las pieles sensibles se detectan
porque presentan rojeces debido a la dilatación anormal en los vasos capilares sanguíneos, lo que normalmente se traduce
en incómodos picores, tirantez y descamación.
La piel sensible es muy frágil y vulnerable, los factores externos la atacan más que al resto de pieles y si no la cuidamos adecuadamente suele envejecer de forma prematura. Por otro lado hemos de tener en cuenta que se trata se una piel fina,
transparente y muy bella.
Las pieles claras corren más riesgo de padecer rojeces que las pieles morenas. Esto se produce en todo tipo de pieles y
en ambos sexos. Pero las que más enrojecen son las secas. Las pieles grasas también pueden sufrir irritaciones y
enrojecimientos puesto que utilizan productos cosméticos para combatir el exceso de sebo los cuales eliminan poco a
poco la capa protectora de la piel.
Para saber que tipo de piel tienes, puedes hacer tu misma una prueba en casa. Consiste en limpiar tu rostro perfectamente
y dejar transcurrir unos 15 minutos. A continuación, aplicar sobre las diferentes partes del rostro pequeños trozos de papel
secante.
Si la piel es seca, el papel quedará limpio, ya que las posibles manchas de agua se habrán evaporado rápidamente, en
cambio si la piel es grasa, las glándulas sebáceas son hiperactivas, por lo que obtendrás como resultado un papel con
manchas aceitosas.
Has de tener en cuenta, que si tu piel es mixta, habrá zonas en las que obtengas las manchas aceitosas (zona T), y otras
en las que el papel quedará limpio.
Ahora solo te queda seguir nuestras recomendaciones para lucir una piel radiante.

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